Qué duro resulta volver a una ciudad como Madrid después de haber pasado unos días en una ciudad como Viena, son tantas las diferencias y el saldo tan negativo para la ciudad española… Pero qué se le va a hacer, aquí estoy de nuevo con la intención de hablar un poco de la Viena que más nos interesa (es un decir), la Viena de los tebeos.
Hay varias tiendas de cómics en la ciudad (o eso nos comentaron allí), pero una de las más importantes es la única en la que estuve: Comic Treff. Situada en un gran local muy llamativo por su diseño (como se puede ver en la foto), disponía de todas las novedades habituales en alemán, tanto de superhéroes (allí Panini edita Marvel y DC, como en muchos otros países) como de europeo e independiente. En cuanto a los precios, muy similares a los nuestros (es increíble, una ciudad con un nivel de vida muy superior al nuestro, con unos sueldos que aquí ni soñamos, pero con unos precios, en todo tipo de productos, similares a los que nosotros pagamos. Pero qué idiotas somos en España). Lo que sí me sorprendió es la enorme y magníficamente surtida sección de cómic USA, se ve que allí son muchos los lectores que siguen directamente las ediciones americanas, por lo que la tienda ofrecía prácticamente todas las novedades de Marvel y DC además de tener un amplio fondo de TPBs.
Fue en esa librería en la que hice mi primera compra comiquera, el TPB de Kingdom Come (no será tan espectacular como la edición Absolute de Planeta, pero de pagar 15 euros a 30 hay una gran diferencia). Debo puntualizar aquí que compré sólo cómics en inglés, ya que no tengo ni idea de alemán, aunque intenté buscar algún tebeo mudo de origen austriaco, sin éxito. Mis siguientes adquisiciones se produjeron en una de las tiendas del Museumsquartier, una plaza rodeada por cinco museos (la mayoría de arte contemporáneo) y que es el centro de reunión de mucha gente joven en las noches veraniegas. En una de sus librerías, como digo, me hice con una par de caprichos. Por un lado, Honey Talks: Comics Inspired by Painted Beehive Panels, una bonita caja con nueve minicómics inspirados en pinturas pertenecientes al arte folklórico esloveno. Sólo conocía a una de las autoras participantes, Rutu Modan, pero no pude resistirme. También cayó un ejemplar de la revista canadiense Broken Pencil, con portada de Jason Kieffer, dedicada al mundo de los fanzines y el arte independiente y llena de buenos artículos y reseñas (en la foto se ven ambas adquisiciones junto al DVD de Galaxie 500 que compré en una tienda de discos del centro de Viena. No es un cómic pero tenía que salir en la foto por derecho propio, jeje).
Finalmente, el día antes de irnos vi este cartel por varios puntos de la ciudad publicitando una exposición de Carl Barks en el museo de la historieta de Krems (qué pena enterarme demasiado tarde). Parece que allí los cómics de Disney tienen un gran éxito, ya que se podían ver muchos en quioscos y librerías, lo que me recordó a la próxima edición de estos tebeos en España por parte de Planeta.
En fin, una ciudad culta y basada en la confianza, de esas que aún te hacen creer en las personas. Como decía al principio, tan diferente a nuestro país…
Base Lunar 
Vayaaaa, una exposición de Carls Barks. Que pena que no pudieses verla, seguro que hubiera sido una delicia poder ver alguno de sus originales.
Por lo demás, parece que en cualquier país de Europa nos dan sopas con ondas en cuanto a librerías de cómic. Yo estuve el año pasado en París, y solo pude encontrar una que era una maravilla y estaba surtida con una cantidad increíble de tebeos, y eso que era una especie de librería de segunda mano. Y en cambio en España, en practicamente la mayoría de las librerías solo se pueden encontrar las novedades y olvídate de números atrasados o material de importación.
Lo de los comics es verdad. En casi todos los países que he visitado hay mucha más cultura de cómic que en España.
Pero has olvidado mencionar en más profundidad lo mucho que nos superan en Viena (y casi toda Europa) en cultura, tanto general como musical, educación, cuidado de la naturaleza… ¡Qué penita me da! ¿Será que nos merecemos lo que tenemos?
A propósito, que elegante el tipo junto al cartel de Carl Barks.
¡Un parásito, fumigadores! Jeje. Ya, es que en el blog me centro en hablar de cómics, pero si me pusiera a contar todas las ventajas de Viena frente a, por ejemplo, Madrid, no pararía nunca. Y eso sin olvidar a las vienesas, ¿eh? 😉
hum, una pregunta ¿y lo del manga como lo llevan por ahí arriba? viste mucho?
Había bastante también, Paco, y también mucho manga de importación americana, aunque no me fijé tanto en editoriales que lo publicaban y esas cosas.
Buenas, quería hacerte una pregunta.
¿Por donde quedaba esa tienda tan fenómena? Esque mañana salgo para Viena y estoy buscando por internet tiendas de comics pero con todo en alemán me pierdo un poco.
Gracias
Hola Nimendil. Buff, cómo explicarte, a nosotros nos guió una amiga de allí (si no, no hubiéramos encontrado la tienda), pero está en la zona centro (hay una larga calle comercial y justo detrás de una iglesia blanca está la tienda). De todas formas, voy a preguntarle luego a un amigo (que sabe alemán y que se enteró mejor de por dónde íbamos) a ver si se acuerda de la calle, y si eso te lo pongo por aquí.
Saludos
Gracias, ya no es necesario. Justamente me hospedé en un hotel a tan solo dos manzanas de allí y me la encontré por casualidad la primera mañana que paseé por Viena.
Hay más tiendas de cómics, pero de más difícil localización. Conseguí encontrar otra (tenía la dirección) pero la estaban derribando para poner una perfumería. La vida es dura para los frikis…
En fin, un saludo y gracias